El blog de hoy es un blog homenaje que tendrá
varias partes. Aunque vivo todos los
días en la realidad de los niños del Centro de desarrollo Integral niño y niña
feliz de las hermanas de San José de Cluny en Asunción, ésta no es la única
realidad a la que estas hermanas se han enfrentado. Esta comunidad fundada por
Ana María Javouhey tiene misiones por todo el mundo, y aunque si bien es cierto
que en este viaje sólo he conocido una de tantas, los milagros y progresos de
las que rodean Asunción, tocan muy de cerca el corazón de las hermanas que
durante años han viajado de aquí para allá para intentar dividirse en los
proyectos. Uno de los más valiosos y el que vamos a homenajear hoy bien podría
ser parte de una gran película o best seller del pueblo indígena. Toda la trama se desarrolla en El chaco, una
gran región de América Latina que abarca el norte de Argentina, el sudeste de
Bolivia y el noroeste de Paraguay. Dentro de este enorme marco cultural y
biológico, se encuentra la Misión de San
Agustín de Pedro Pepeña en donde las
hermanas llegaron hace 40 años y hace muy poquito que se volvieron. Dentro del
marco de un clima totalmente desértico con diferencias de 40 grados de
temperatura entre las heladas nocturnas y el intenso calor de los días,
conviven con animales autóctonos y espinosos árboles y arbustos muchas etnias indígenas.
SI bien es cierto que en lo largo y ancho de todo El Chaco paraguayo nos
podemos encontrar 13 etnias distintas, las que forman parte de nuestra historia
y que analizaremos con mayor detenimiento en próximos capítulos son los Nivaclé
(unos 13.000 en la zona) los Manjui y los Guaraní.
La preparación de una experiencia única desde su minuto 0: soy periodista y ex-alumna del colegio SAN JOSÉ DE CLUNY. El 19 de julio salgo camino al comedor que estas monjas tienen el Asunción y al internado de Pozo Colorado. ¿Me acompañas?
viernes, 2 de agosto de 2013
CAPÍTULO 25:LA ARTESANÍA INDÍGENA, EL HASTA PRONTO
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