


Contentas y desahogadas volvimos, pero preocupadas aún por su infección. En el camino las invité a un pincho moruno y tras eso caminamos de vuelta a casa. En un segundo se me dio por mirar a la derecha y vi una pequeña capilla blanca inmaculada y vacía sólo iluminada por el calor de las velas recién encendidas, las niñas que iban de mi mano también se pararon en seco como atraídas por esa luz amarillenta. Sin dudarlo entramos y les dije que rezaran, que le dieran gracias a Dios por lo que acababa de pasar y que le pidieran que las protegiera para que no se repitiera. Terminé mis pensamientos y miré a mi izquierda, ellas seguían postradas inmóviles como estatuas y abstraídas con los ojitos cerrados y apretados con fuerza. ¡Angelitos míos! sonreí sin poder evitarlo. De pronto el párroco se acercó y nos dio una bendición y una botella de agua bendita que se apresuraron a beber como si llevaran 40 días sedientas. Charlando de vuelta a casa, Boni de repente me dijo: ¡Quiero ir a misa!, me quedé sorprendida porque ni yo pensaba ir después de un día tan duro y ella no es precisamente la niña más devota del comedor. Siguió hablando: "A partir de ahora, voy a ir todos los sábados y los domingos a misa y ya no voy a volver a hacer lo que hice" , una sensación de orgullo me invadió por dentro porque a pesar de su inmadurez había recibido el mensaje: "ya tendré tiempo para todo cuando sea mayor". Casi llegando a casa se contaban la una a la otra por qué habían pedido en sus oraciones: Inés dijo que no había pedido por ella sino por su amiga para que no volviera a tener relaciones y encontrara un buen camino; Boni dijo que no había rezado por ella sino por mí, para que encontrara un trabajo donde ganara suficiente plata para quedarme y estar con ellas (como no vas a emocionarte al escuchar algo así), Finalmente descubrimos que ninguna había rezado por sí misma, pues yo había rezado por ellas para que no se perdieran por el camino, para que siguieran siendo niñas y que su vida fuera ejemplo para las demás...Ese día fue largo pero tan completo, tantas sensaciones y sentimientos del dolor al miedo y a la alegría y orgullo tan extremos que me cuesta recordarlo sin que se me enjuaguen los ojos... ÚNICO.
Pero como os decía en el título del capítulo la pederastia y el peligro de Facebook para niñas que tienen tan poco conocimiento y sufren de tantas carencias emocionales, es verdaderamente preocupante. Ayer Nila, otra de las adolescentes que son sexualmente activas del comedor me preguntó: "¿Sabes leer en inglés? porque un amigo mío me mandó un mensaje y no lo entiendo". Empecé a leer y mis náuseas iban en aumento, en una traducción literal, ésto era el principio del atroz mensaje: "Me gustan las tetas bonitas y pequeñas, los culitos duros y las vaginas vírgenes, los coñitos como el tuyo...me gustaría comerte todo tu pussy y todo tu cuerpo". Nila se quedó ojiplática, me dijo asustada que era un hombre que la había agregado por el Facebook y pedido el tlfn, ella en un acto de inconsciencia se lo dio y éste es el resultado.

Juro que lucharé para encontraros y cortaros lo poco de virilidad que podáis tener para dárselo de comer a tigres hambrientos, esperaré que lo defequen y los restos los tiraré al pozo más profundo a ver si llegan antes al infierno del que salisteis!
Y niñas del mundo, no seáis tontas, no vais a encontrar al amor de vuestra vida en un hombre que os respeta tan poco, no os dejéis embaucar, haceros respetar y querer y pensad que esos que hoy os hablan como prostitutas son enfermos y asquerosos deshechos sociales que jamás os harán ningún bien.
pd: Para vuestra información, éstas son NIÑAS y no JUGUETES.
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