domingo, 1 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 53: UN MUNDO EN MINIATURA




 No dejo de maravillarme en este sitio. Ayer escribía el blog cuando la hermana Eulalia me dijo que se iba a pescar. Me quedé muerta, aquí no hay ríos y desde luego al ser un país de interior el mar queda a demasiados cientos de kmts. "Voy contigo le dije", pero me respondió que no me apurara, que ella pescaba aquí al lado de la casa. "Sales por al puerta de atrás y me ves". Algo extrañada seguí escribiendo el blog. Cuando terminé seguí sus pistas y salí por la puerta trasera de la casa. Todo era seco, arbustos y el suelo resquebrajado por la sequía. Seguí andando de frente cuando entre los arbustos divisé un gorro de paja, propio de los pescadores de río. Ahí entonces descubrí un aljibe, es decir un trozo de terreno socabado donde se acumula el agua de la lluvia.
Era la primera vez que veía algo así. Era grande como del tamaño de un campo de fútbol y en sus orillas niños  y grandes pescaban. "Qué podrán pescar aquí, pensé" "¿Cómo habrán llegado estos peces hasta aquí si no es más que una poza gigante" ¡Qué intrigada es la ignorancia! jaja Como una niña chica que ve Érase una vez la naturaleza, así  de intrigada me tenía el aljibe. En esa intriga estaba yo, cuando allá al fondo en la orilla fandangosa vi un velo que soplaba con el viento norte. "Pero ¡cómo habrá bajado hasta ahí esta mujer que ya tiene 83 años!" Ahí estaba, sentada con su caña artesanal, con tanza y un anzuelo  junto a una niña enseñándole los secretos de la pesca en aljibe. Más patosa que otra cosa, bajé medio deslizándome hasta su vera. En seguida me di cuenta de que el sol en estas tierras es traicionero y ataca con fuerza cuando llega "Neniña, no estés al sol que no estás acostumbrada y te va a hacer mal" me dijo Eulalia en un tono tan cariñoso que me parecía mi propia abuela.
Me senté a su lado y al de la pequeña. Miré a la derecha y había muchas niñas con sus propias cañas de vara; a la izquierda, una pareja ya mayor, pescaba sólo con tanza y protegidos bajo sus gorritos de paja. Y así pasamos la tarde, entre aljibe y aljibe buscando la captura del día.  Muchas niñas seguían en la pesca a la hermana Eulalia que las preveía de cebo: un trozo de carne de vaca que amablemente nos prestaron en la cocina y alguna que otra tuvo desde luego más maña que yo sacando pececillos.
El calor sofocante me hizo tumbarme a la sombra y proteger mi cabeza con un pañuelo. Mientras los niños corrían en la orilla y se metían hasta la cintura para pescar, yo luchaba contra la fatiga pero la sombra y la brisa hicieron que mis párpados sucumbieran. Así en un bienestar permanente, mecida por el viento del norte y viendo a los chicos pescar, pasó la tarde. Eso sí, no pescamos nada, pero como aquí todo se comparte, un sacerdote que pescó tres peces y hoy nos dimos un festín (y yo que en Vigo no quiero pescado y lo vengo a tomar aquí del medio de una charca, lo que es la vida).
Tras esa idílica siesta (no llegué a dormirme pero si estaba descansando), me entró un hambre voraz, pero es que hasta en eso este sitio es maravilloso....¡dulce de leche con rosquitos de pan! mi merienda favorita. Imaginaos esto: un pan recién hecho con un dulce de leche casero tan exquisito que te lo comes directamente a cucharadas...¡Dios mío! media bolsa de pan después y 5 cucharadas soperas de dulce de leche, decidí poner fina  mi banquete personal de gula....xd
Ya por la noche, cuidé a los pequeños (hasta 10 años) en el cine. Bueno, cine es la actividad, pero en  realidad es un pequeño televisor en una sala atestada de chiquillos sentados en sillas de plástico con un DVD. Vimos El gato con botas; hubo momentos de risas, de sorpresa, etc.,  pero lo más enternecedor llegó a partir de la mitad de la película: muchos de los pequeños se quedaban dormidos en la misma silla...con la postura en la que estaban viendo la tele....:)
Los miraba acurrucados unos sobre otros, soñando como angelitos y pensaba ¡cuántos momentos se pierden sus padres! A veces momentos irrepetibles en la vida de un niño...es increíble que el trabajo y en definitiva el dinero sea lo que mueve el mundo más allá de la propia sangre....

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