"No hay diablo en el mundo que pueda cambiar lo que
estoy haciendo", éstas son las palabras de la "madre" por
llamarla de alguna manera, que obliga a su hija de 12 años a prostituirse.
Todo empezó ayer a media mañana cuando una de las amigas de
las hermanas, vino desesperada en busca de ayuda tras confirmar el caso con su
comadre. La familia vecina estaba prostituyendo a una de sus hijas: "La primera
vez fue por un pollo y una caja de cerveza" nos comenta mientras se me
atraganta el tereré. La madre y el padre, alcohólicos y borrachos de forma
permanente tienen 6 hijos a los que obligan a robar en el mejor de los casos
para ganar el pan que ellos no ganan. "Obliga
a los tres mayores a robar, les dice que al día siguiente tiene que haber
mandioca y comida para que ella cocine o no comen". Cada palabra que
sale por la boca de esta mujer me revuelve el hígado y un nudo de repugnancia y
odio me atraganta el habla.
La chica, que pensaba que eran rumores, contactó con su
comadre que le contó que desgraciadamente eran ciertos: "Todas las tardes, un hombre de 40 años (perteneciente a una
secta de la zona) se acerca a la casa y
mientras los padres toman (beben), él
se encierra en la pieza (habitación) con
la niña(...) Las primeras veces la niña no quería y su madre le decía que sabía
lo que tenía que hacer con los hombres, que sabía cuál era su deber".
No salgo de mi asombro cuando la conversación continúa: "Vemos por las tardes, como él la
sienta en sus rodillas y la niña se retuerce porque no quiere que la
toque"
Cuando le preguntamos a la mujer por qué ésta situación ha
llegado tan lejos sin que nadie intervenga en favor de la pequeña nos cuenta: "La madre dice que al que se meta en su
situación le va a pegar un machetazo" . A pesar de esta amenaza que
tiene coartada a la comunidad, hay testigos dispuestos a contar lo sucedido ya que no es la primera aberración que ocurre en
esta casa: "Ellos tienen antecedentes
por peleas, cuando su nena más pequeña tenía un año se pegaron entre ellos y
casi la matan".
Este tipo de personas conflictivas conocen mejor la ley por
experiencia que a su propia madre, de tal forma que a la pequeña que se
prostituye le ha dicho : "Si te
llevan a la policía tienes que decirles que a ti te da gusto y que nadie te
obligó a estar con ese señor" ¿Qué tipo de engendro demoniaco le ha
dado permitido a esta desgraciada tener ovarios? No hay palabras para lo que
escuchan mis oídos y mi mente transforma en asquerosas diapositivas la terrible
historia. En silencio y sin parar de escribir notas en el ordenador casi a
ciegas, sigo escuchando: "Hemos
intentado hablar con la mujer y es imposible, dice que no nos metamos y que no
hay demonio en el mundo que pueda cambiar lo que está haciendo, además nos
avisa, de que el próximo año hará lo mismo con otra de sus hijas de 9
años".
No es sólo deplorable y asqueroso el comportamiento de estos
progenitores que por la droga y el vicio no dudan en romper los límites de la
razón humana, sino que ese hombre de 40 años se pasea por el pueblo comentando que "No hubo forma la primera vez y le
tuvo que reñir a la chiquilla" Ésta mujer nos cuenta que la niña no está ni
tan siquiera desarrolla, que conserva un cuerpo minúsculo e infantil y que al
principio sufría cada vez que la obligaban pero que parece que ahora resignada
le va cogiendo gusto....Es más, si este hombre no viene, la madre obliga a su
hija a mensajearle para llamar su atención y reclamarle el pago del servicio:
un pollo, una caja de cerveza...
No soy capaz de comentar lo que escribo porque no tengo
palabras, sólo una ira enorme que me hace pensar que el ser humano es capaz de
cualquier cosa, que no podría contenerme
si en mi mano hubiera una escopeta antes semejantes atrocidades.
Le han robado la vida a cada uno de los pequeños que han
engendrado, su infancia, su cordura y hasta su alma. Los han educado en el
robo, las vejaciones y la violencia que por desgracia muchos imitarán en su época
adulta contribuyendo a poblar el mundo de las mismas atrocidades que han hecho
con ellos, en las que los han educado y que asumirán como normales.
Un pollo y una caja de cerveza es precio irrisorio hasta
para la más baja prostituta de vocación. La vida de ésta pequeña por un pollo y
una caja de cerveza...y si esto es ahora ¿qué futuro le espera? ¿La venderán
por un trago el día de mañana? ¿Y ella, despojada de su dignidad por sus
propios padres, qué le queda más que una muerte lenta y dolorosa?.
Salgo a pasear por la mañana y aunque no la conozco de nada
ni a ella ni a sus hermanos, los veo en todas partes. Una pequeña de su edad
caminando con su hermana de apenas dos años me hacen preguntarme si será ella,
si podría ir a preguntarle, si podría salvarla...unos niños en el mercado
transportando cajas con víveres, tres hermanos del más grande al más peque
ño cada uno con bolsas...todo encaja parecen ellos o quizás me
estoy obsesionando. Me he ofrecido a ir allí y conseguir pruebas pero no
encuentro respuesta. Mi mente no descansa desde ayer, una impotencia y una pena
interior nublan mi cordura y sólo el deseo de venganza me persigue, quiero ir
allí sacarles fotos escondida tras un arbusto, quiero que el mundo vea la cara
del desgraciado que es capaz de violar a la pequeña, de la "madre"
que la parió y del asqueroso padre que lo consiente. Quiero que se acerque a mi
con ese machete y probar su valentía, quiero encontrar una manera de ayudarles
pero el tiempo corre en mi contra, me quedan pocos días aquí y no hay confianza
de las gentes para que me ayuden. Quiero su nombre, sus apellidos quiero hacer
públicos a estos cobardes que se esconden tras la miseria y la de sus propios
hijos, desearía regalarles litros y litros de alcohol para que la cirrosis
hiciera el resto.
Si de algo sirve rezar, rezad por ellos, rezad por quienes
se atrevan a ir en su contra, rezad por sus criaturas, rezad por mi...Justo
ayer mi última reflexión después de endurecer mi estómago en la matanza del
gallo auguraba este desgraciado futuro: no siempre se pueden fotografiar
mariposas...
pd: No encuentro libro de periodismo suficiente, ni
reflexión de ningún autor que me lleva a objetivizar esta historia, no puedo
sencillamente quedarme al margen, no puedo ser un observador de paso, ya no soy
periodista, soy persona en primer término...
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