15 de agosto toma de posesión del
Presidente Horacio Cartés en el palacio de Gobierno de Asunción. Pero a los
niños ni les importa, los helicópteros y politiqueos no son para ellos, ellos
están en otra, hoy se celebra el ¡día del niño!. Una hora antes de lo habitual,
a las 8 am, ya llevan tiempo las cabecitas asomando por el portón de entrada.
Una gran chocolatada para empezar un día de sorpresas y ¡manos a la obra!.
Hoy
les espera una jornada aún más intensa que la del propio presidente de 8,30 a
10:00 Gala de los talentos y entrega de los diplomas de la “Semana de la
Comunicación”. De 10:00 a 11:30 unos voluntarios han traído para ellos
animaciones musicales y un show con marionetas y escenario incluido. A la hora
de la comida “Pechufri” (Empresa de pollo frito) ha traído una cocinera con
carrito para hacernos la comida; una tarta del día del niño traída por más
voluntarios cierra el turno de comidas. Pero ahí no acaba todo, por la tarde a
las 17:00 les espera Alicia, la profe de danza para vestirlos y acudir al
festival que se celebra en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción tras
la misa de las 19:00.
¡Dios Santo!, sólo con el programa ya me agoto de pensar
todo lo que hicimos ayer. Vamos por partes: la gala de los talentos empezó de
forma algo caótica, nuestro micrófono se dio a la fuga, las bailarinas no
estaban seguras de salir al escenario y la tinta no dio para imprimir todos los
diplomas. Gracias a que nuestros amigos del show de marionetas y canciones
traían equipo de sonido, la cosa cambió. Todos en bancos y un improvisado
escenario enfrente del garaje.
Abigail (de 10 años) soltó de carrerilla y
tragándose la vergüenza, una entrada de gala que le salió perfecta. Tras ella y
haciendo malabarismos para cuadrar la música, el grupo de las mayores(al que
llamé de forma improvisada “las Prodigiosas” ) bailaron por Daddy Yankee y “Las
peques” as siguieron coreografiando “Niño malo”. ¡Más graciosas faranbullas!¡
Tan chiquititas y con tanta soltura! No podía permitir que el talento de los
“varoncitos” (como llaman aquí a los niños pequeños) quedara sin representación
y además se morían de ganas por lucirse aunque les pudiera en principio la
timidez; así que pusimos música hip hop y para romper el hielo hice la primera
pirueta. Poco tardaron en picarse y empezaron a brincar y hacer saltos
mortales. Braian imitando a Michael Jackson como si hibiera vivido en el
mismísimo Rancho Neverland; Eliseo, Zacarías y Matías entre otros volaban
literalmente para deleite de las niñas que se morían por cada salto que daban.
Con ese ánimo recibieron a los animadores con los que
cantaron, bailaron y rieron con juegos infantiles como el clásico :” Chuchuá” o “Colón fue un hombre” . Si viérais a los adolescentes embelesados
participando como los más chicos…xd. Pero la mejor parte fue el teatrillo con
marionetas, se reían, gritaban y se
emocionaban como si esas manoplas cobraran vida durante la actuación. Sus caritas eran tan indescriptibles,
eran…simplemente niños de todas las edades sin diferencia de sexo o edad
disfrutando como enanos.
Tras el teatrillo llegó el caos, como siempre, por la
comida. Hambrientos por tantas emociones y expectantes por la singular comida
(una pechuga de pollo rebozada pinchada en un palo como un pincho moruno), se
empujaban para entrar.
Es increíble y machista la falta que hace un hombre en
ciertas ocasiones: como un soldado en la puerta, el marido de una de las
voluntarias puso orden con su varonil y firme voz. Sólo su sombra ya les ponía
firmes y consiguió hacer reinar de nuevo la paz. En dos agotadores turnos comieron
cerca de 170 personas entre niños, algunas mamás y los voluntarios e invitados
(nota mental: hacer bendecir la mesa a semejante marea humana de chiquillos no
es nada fácil).
Esperábamos a los niños que iban a actuar a las 5 de la
tarde para empezar a vestirlos, pero eran las 4 y 10 y¡ ya sonaba el timbre!
Pero…¿Cómo les dio tempo a ir y volver? ¿ Que pasó, hicieron pis y vuelta? ¡No
nos lo creíamos! Fue una mezcla de sentimientos total, por una parte el
escuchar “¿Quién es?” “ ¡Nosotros!” fue
tan dulce que me conmovió, pero por otra parte ¡ni el café nos dio tiempo a
tomar casi y el portón de la calle ya se estaba apunto de caer con los golpes!
OLAYAAAAAA (gritaban) HERMANAAAAAA (otros). Excitadíisimos por los juegos de la
mañana , nerviosos por su actuación y por le día en general, entraron en tropel
como una manada de reses locas en busca de prado verde y fresco. Faldas,
blusas, fajines, cinturones, zapatos…todo el vestuario para el baile volaba de
lado a otro del comedor, que convertido en un improvisado vestuario gigante,
albergaba a todos estos talentos en preparación.
Las niñas peinadas y maquilladas ellas mismas
parecían princesas lugareñas con sus trajes típicos, los cántaros y los
canastos con flores; ellos con sombrero de paja y una mini fusta de cuero, eran
elegantes caballeritos. Una imagen idílica sino fueran niños, porque se pegaban
con la fusta, andaban en bici con el traje puesto, se tiraban los sombreros….Al
fin y al cabo…ayer era su día y de verdad eran NIÑOS FELICES debajo del cartel
del comedor que dice así : Centro de Desarrollo Integral NIÑO Y NIÑA FELIZ.
Amén , porque así era.
Unos últimos consejos de la profe de danza , Alicia, y
andando (literalmente) hasta la parroquia. Los caminos de tierra y piedras no
ayudaban demasiado a mantener el orden y acabamos llegando en grupitos cuando
ya era de noche cerrada. No hubo tiempo de entrar en misa, ya había empezado,
así que esperamos en bancos de madera fuera en frente de escenario: los nervios
y el frío (cerca de 6 grados) hicieron de los paseos al baño una constante.
Terminó la misa y empezaron a agitarse, la presentación se demoró un rato y la
Hermana Gloria hizo las veces de camarógrafa mientras yo no me perdía detalle
foto a foto. Primero las chiquitas increíblemente adorables; tras ellas las
mayores con algún que otro tropiezo no demasiado importante y como no los
varones hicieron las delicias del público femenino con su arte.
Para terminar
balaron por parejas y ¿qué os voy a decir? ME LOS COMÍA!!!! Me sentí tan
orgullosa como mi madre cuando nos veía actuar a mi hermana y a mi de niñas en
el cole…entendí su emoción perfectamente.
Tan emocionada estaba que hasta me
caí en un intento de sacar las mejores fotos (por lo menos sirvió para que
ellos sonrieran).
Los últimos acordes sonaron y todos juntos subieron al
escenario para saludar al público como auténticos profesionales (no era un
público bueno, no animaban, no aplaudían…pero nosotros nos bastábamos para
hacerles sentir cálidos ahí arriba).
Otros grupos subieron para amenizar la velada pero nuestros
niños ya no estaban para historias ¡TENÍAN HAMBRE DE NUEVO! Como leones se
abalanzaron sobre la hermana Esther que pudo comprarles unas empanadas y
tortitas de queso.
Debimos de formar espolio semejante y los niños parecer tan
hambrientos (llevaban todo el día comiendo ,pero son sacos sin fondo alguno),
que la organización de la parroquia les regaló dos bandejas de perritos
calientes (panchos) que la hermana Esther sujetaba con cara de pánico
mientras esperaba que no se la comieran a ella también.
A las 8 y algo se cerró por fin el portón y el día del niño llegó a su
fin (si llega a durar más a nosotras nos recogen los GEOS en helicóptero).
Por
cierto, y la toma de posesión de un presidente corrupto, ex narcotraficante y
su celebración por los representantes internacionales (entre los que se
encontraban los Príncipes de Asturias) ¿a quién le importa? A mis niños y a mi
, por lo menos, ni lo más mínimo, para nosotros era y será siempre recordado
como EL DÍA DEL NIÑO MÁS COMPLETO DE TODOS LOS TIEMPOS. J
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